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7/12/20255 min read

MAS QUE VENCEDORES

Siete pasos para ser un victorioso.

'Este libro es también una herramienta de autoayuda que seguramente servirá para guiar a aquellos que se encuentren en situaciones similares o que no encuentran la salida o la solución a sus conflictos.

Hace algo así como 13 años que Dios en una madrugada me dijo que escribiera un libro, fue así como comencé a escribir artículos y los subía a los principales Blogs Cristianos y siempre ocupaban las primeras posiciones, pero no contaba con los recursos técnicos ni económicos para publicar el libro, por tal motivo decidí esperar el tiempo de Dios, si Él lo dijo Él lo hará. Recién en este año 2018 Dios me hizo recordar lo que me había dicho años atrás y fue entonces como nació este mi primer libro, gracias a Dios.

Deseo de todo corazón que este libro le ayude a encontrarse con el creador y su Palabra y que por medio de estas vivencias pueda encontrar la dirección correcta para su vida.

Dedicatoria

Me siento muy feliz de poder publicar este libro que es el resultado de mucho trabajo, esfuerzo y la espera también de mucho tiempo.

En primer lugar quiero agradecer a Dios que por medio de su precioso Espíritu Santo me ha inspirado en cada artículo del libro, pero también expreso mi gratitud a mi amada esposa Gladis Mendoza que fue la única persona que creyó en mí y me dio su apoyo en todo momento.

Queridos lectores reciban también mi gratitud por que sin ustedes este libro no tendría sentido. Dios los bendiga a todos.

Paso 1: Tu Eres Un Diseño Perfecto En Las Manos Del Gran Pintor

Tenemos que saber y entender que no estamos aquí por una casualidad sino por un maravilloso plan de Dios y El cumplirá sus propósitos en nosotros.

“Entonces dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…” (Génesis 1:26).

Cuando miro los cielos en una noche de primavera, quedo fascinado y un sinfín de preguntas vienen a mi mente, mi limitada imaginación no me alcanza para entender cómo es posible tanta belleza y perfección. Cuando miro la naturaleza, sus colores, su armonía, siento el mensaje de paz que transmite al hombre. Cuando veo la creación, la vida en sus diferentes formas, me invaden una infinidad de sensaciones y emociones que fluyen como un torbellino de burbujeantes ideas que corren enloquecidas por las corrientes del pensamiento, entonces me doy cuenta de lo pequeños que somos ante la inmensidad de la obra perfecta del gran pintor.

Pensando en todo esto entiendo perfectamente lo que pasaba en la mente del salmista David cuando escribió el salmo 19: 1-6 “Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos.”. El pincel del gran diseñador dibujo la obra más perfecta que existe, sus manos crearon y proyectaron como en un espejo lo que sería su propia imagen, sin duda la obra más perfecta de Dios y la que le daría mayor satisfacción: el hombre, el broche de oro, que enmarco el cuadro perfecto de la creación, sellando con su firma el final de una pintura sin igual. El creador imagino y creo este hermoso jardín adornado de toda suerte de belleza y color y extendió sobre el un manto de luces que brillan sin cesar y todo lo hizo pensando únicamente en complacer y agradar a su obra maestra: el hombre.

De la misma forma que somos el fruto del amor de nuestros progenitores, también somos el resultado y el fruto del gran amor de Dios. Él nos creó para vivir eternamente en su presencia pero el hombre ha desobedecido desde el principio, razón por la cual engendro en el vientre de una mujer, el fruto de su amor por nosotros, Jesús nuestro Salvador, “…José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamaras su nombre Jesús, porque El salvara a su pueblo de sus pecados.” (Mateo 1:20-21).

Al mirar la gran obra redentora de Dios, no alcanzo a entender la ingratitud humana ante tanto amor y entrega, como el corazón humano se ha inflado de soberbia y rebeldía, dándole la espalda a su creador, ignorando y menospreciando el alto precio que Dios pago por amor a la obra de sus manos, “porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en El cree, no se pierda más tenga vida eterna “ (Juan 3:16). El corazón del Padre llora por sus hijos que se alejan de EL, el corazón de Pastor sufre por las ovejas perdidas y continuamente envía su mensaje de amor por si alguno oye y se vuelve a Él, “¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la que se perdió hasta encontrarla? y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos diciéndoles: gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido” (Lucas 15:4-6).

Si nosotros como Padres terrenales sufrimos por el alejamiento de nuestros hijos y lloramos sin cesar por el dolor que nos produce la falta de ellos, entonces podemos imaginar cuán grande es el dolor del corazón de Dios ante cada hijo que lo abandona, esperando en todo momento el regreso del hijo amado y cuando esto sucede, ni siquiera tenemos la capacidad para poder imaginarnos, la inmensa alegría que siente nuestro Padre celestial, “y levantándose, vino a su Padre y cuando aún estaba lejos, lo vio su Padre y fue movido a misericordia y corrió y se echó sobre su cuello y le beso, porque este mi hijo muerto era y ha revivido, se había perdido y es hallado y comenzaron a regocijarse” (Lucas 15:20-24).

Nunca olvides que eres una hermosa flor en el gran jardín de Dios “Yo soy la rosa de Sharon y el lirio de los valles” (Cantares 2:1). El jardinero celestial te riega con su amor, te alimenta con el mejor mineral que es su Palabra, te cerca con su gran poder, te habla con dulzura y te mira con ojos de amor, te cuida para que nadie arranque de ti la belleza, para que resplandezcas y te viste con las mejores ropas para que siempre luzcas con todo tu esplendor, porque eres una obra maravillosa para Él, “considerad los lirios del campo, como crecen, no trabajan ni hilan, pero os digo que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos”, (Mateo 6:28-29).

No permitas que las dificultades de la vida, las circunstancias adversas que se abaten sobre ti, vengan a marchitar la hermosa flor que hay en ti y que el jardinero Santo creo con tanto amor, “Levántate, resplandece porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí tinieblas cubrirán la tierra y oscuridad las naciones, más sobre ti amanecerá Jehová y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz y los Reyes al resplandor de tu nacimiento” (Isaías 60:1-3)